Hasta 1 de cada 5 mujeres padecen dispareunia en algún momento de sus vidas y sus causas son a menudo reversibles. Se le llama dispaurenia (o coitalgia) a la relación sexual dolorosa debido a causas médicas o psicológicas. Se presenta casi exclusivamente en mujeres, aunque el problema también puede ocurrir con mucho menos frecuencia en los hombres.
Síntomas de la dispaurenia.
La mujer con dispaurenia puede sentir dificultad para experimentar placer y excitación durante la relación sexual. Tanto la lubricación vaginal como la dilatación vaginal pueden verse disminuidas, provocando que el empuje del pene sea doloroso. Incluso después de que la fuente original del dolor (una episiotomía de curación, por ejemplo) ha desaparecido, la mujer puede sentir dolor simplemente porque espera el dolor, o porque la expectativa de dolor le impide una correcta excitación y lubricación.
Causas de la dispaurenia.
Debido a que existen numerosas condiciones físicas que pueden contribuir al dolor durante las relaciones sexuales, siempre es necesario un cuidadoso examen físico e historia clínica. En las mujeres, las causas físicas más comunes, aunque no todas las posibles, para el dolor coital pueden ser de origen congénito, como:
– Endometriosis
– Septum vaginal
– Himen engrosado o no dilatable
– Hipoplasia del introito vaginal
– Quistes ováricos
O bien, el dolor puede tener un origen adquirido:
– Infecciones vaginales
– Tumores
– Resequedad, especialmente después de la menopausia
– Cistitis y uretritis
– Prolapso uterino
– Vaginismo
Diagnóstico y tratamiento de la dispaurenia.
Una evaluación médica de la dispareunia debe centrarse inicialmente en las causas físicas, que deben ser descartadas antes de considerar causas psicógenas o emocionales. En la mayoría de los casos de dispareunia, hay una causa física subyacente. Una forma extrema de dispareunia, en la que la mujer contrae la musculatura del piso pélvico involuntariamente, se llama vaginismo.
El diagnóstico de la dispareunia se realiza cuando el paciente se queja de dolor genital recurrente o persistente antes, durante o después del acto sexual que no es causado exclusivamente por la falta de lubricación o el vaginismo. Es importante establecer si la dispareunia es adquirida o congénita.
Existen muchas otras condiciones que pueden ser causa de dispaurenia en las mujeres por lo que es importante que un médico realice el diagnóstico adecuado después de una evaluación exhaustiva.